¿Es el fascismo un fenómeno transferible a cualquier situación o geografía? ¿O fue un acontecimiento político filiado a una época y un ámbito precisos, eventualmente irrepetibles?
El ataque de proveniencia ignota a unos petroleros en los accesos al Golfo Pérsico permite que Estados Unidos haga sonar nuevamente los instrumentos de su panoplia bélica. ¿Habrá guerra otra vez?
La conciencia de la necesidad de una transición hacia un sistema mundial diferente del actual se está abriendo paso y provocando desplazamientos políticos que serán gravitantes hacia el futuro.
Lo grotesco de ciertas acusaciones contra Trump no significa que estas no comporten un serio riesgo para él. Es lógico, pues las disputas en Washington se producen en un momento muy crítico de transición global.
Los viejos rivales de la guerra fría han vuelto a las andadas. Y los pueblos, convidados de piedra en este debate, dan síntomas de querer recuperar su personería, como parecen querer demostrarlo los tumultos en Francia.
Con un gobierno argentino preocupado sobre todo por halagar a sus huéspedes, el G20 transcurrió sin sorpresas. Donde sí las hubo fue en París, donde el movimiento de los “gilets jaunes” desnudó la fragilidad del gobierno Macron.
EE.UU. se va del tratado de reducción de armas nucleares de rango medio. Es un dato que se añade a una estrategia de la tensión que hostiga a enemigos potenciales a los que se puede convertir en reales, en un calamitoso ejemplo de profecía autocumplida.